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El maestro turronero, guardián del turrón

Hay profesiones y oficios que son imprescindibles para la sociedad. Estamos pensando en los médicos, por ejemplo, o en los investigadores y científicos. Estos profesionales son los que salvaguardan nuestra salud y permiten que se pueda seguir avanzando y mejorando en calidad de vida. Pues bien, en el sector del turrón, el equivalente vendría a ser el maestro turronero, el guardián del buen turrón.

El maestro turronero es la persona que se encarga de controlar el proceso de elaboración del turrón de principio a fin, garantizando que todo se hace de la manera adecuada y se pueda conseguir así un producto perfecto.

Habitualmente, quien ocupa este puesto de tanta responsabilidad es una persona con una  trayectoria larga y reconocida en el sector, y alguien muy apasionado de su trabajo.

En el caso de Turrón Picó nuestro maestro turronero se llama Alfonso y trabaja con nosotros desde hace 40 años. Lo normal es que antes de llegar a ser maestro, se pase por todos los oficios de una fábrica, pues solo conociendo a la perfección cada paso de elaboración del turrón se puedo llegar a conocer cómo van a reaccionar los ingredientes cuando se meten en el boixet.

Aunque cueste creerlo, las materias primas que se utilizan para hacer turrón (almendra, miel, azúcar y clara de huevo) son también materias “vivas” y hay que estar muy pendiente para poder “escuchar” lo que dice el turrón y poner los medios necesarios para conseguir que se quede como nosotros queremos (o eso es siempre lo que nos explica Alfonso ?).

Alfonso Bonillo es el maestro turronero de Turrón Picó

Cuando le preguntamos al maestro turronero, cuál es la clave de este oficio centenario, la respuesta no se hace esperar: aprender de nuestros antecesores. Nos parece una buena lección de vida, por algo, como decía Don Quijote: «la experiencia es la madre de todas las ciencias». O no, maestro?

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