Turrones Picó es una empresa familiar con una sólida y larga trayectoria en la elaboración de turrones y dulces. Está ubicada en Jijona, población donde se concentra la mayor producción mundial de turrón y donde mejor se sabe elaborar el dulce típico de la Navidad.
Esta firma es una de las más veteranas del sector, y de hecho la historia de la empresa se remonta a los años 20, cuando Antonio Picó Mira abre el primer obrador en la actual calle de Alcoi, en pleno centro del municipio. Allí Antonio da los primeros golpes de maza para elaborar el turrón que, en aquella época inicial, se vendía principalmente en mercadillos.
Tras el obligado parón a causa de la Guerra Civil, Turrones Picó retoma su actividad hacia principios de los años 50 coincidiendo con la incorporación a la empresa de los hijos de la familia. Con la segunda generación el pequeño obrador se convierte en fábrica, aunque el proceso de elaboración sigue siendo fiel a la manera como se ha hecho el turrón desde tiempos inmemoriales. En esta década la empresa jijonenca empieza a comercializar sus turrones y dulces por diferentes puntos de la geografía española.
El crecimiento de la compañía lleva a Antonio Picó a ampliar las instalaciones en 1977, y Turrones Picó se traslada a una nueva factoría, de 5.000 metros cuadrados de superficie, desde la cual consolida su introducción en el mercado nacional y también internacional, convirtiéndose en una de las marcas de turrón más conocidas y apreciadas por los consumidores.
Actualmente la firma jijonenca cuenta ya con la tercera generación en sus puestos de dirección y ha logrado estar presente en más de 15 países, tanto de Europa como de América, África y Australia. Forma parte del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Jijona y Turrón de Alicante, lo que supone el aval de que tanto el proceso de producción como los ingredientes utilizados responden a unas altas exigencias de calidad.
Los turrones de Picó se venden en cadenas y tiendas especializadas.