En Turrones Picó, aunque llevamos décadas elaborando turrones y dulces navideños, abrazamos las nuevas celebraciones con simpatía y este Halloween nos hemos propuesto unirnos a la fiesta llevando en la bolsa del ‘truco o trato’ nuestros tradicionales huesos de santo.
Los huesos de santo son unos pequeños dulces elaborados de mazapán, de color blanco y forma alargada y cilíndrica que los hace parecidos a un hueso con su tuétano, de ahí su nombre. Los huesos de santo de Picó están rellenos de dulce de yema y vienen envasados en cajas de 150 gramos.
Muchos historiadores sitúan su origen en el siglo XVII en la Comunidad Valenciana, donde es típico comer huesos (o dedos, algunos los llaman dedos de santo) en las fechas que nos encontramos, previas a la festividad de Todos los Santos, lo que los americanos llaman Halloween.
Por eso, aunque la fiesta de disfraces terroríficos que hemos importado del otro lado del charco nos parece divertida, también creemos que es perfectamente compatible con una de las tradiciones más antiguas del Mediterráneo.
Esperamos que estos días no falten en casa ni calabazas ni huesos de santo o, en su defecto, unos ricos buñuelos para tomar con una buena taza de chocolate caliente, una combinación perfecta para pasar mejor la gota fría que nos acecha.
