Lo que más nos gusta del turrón, por supuesto, es comérnoslo. Normal, porque su sabor es único e insustituible.
Pero este producto también es fascinante por la historia que lleva detrás. Y no hablamos solo de los más clásicos, como los de Jijona o Alicante. También otros tan tradicionales como el turrón de yema tostada, del que vamos a hablarte en este artículo.
¿Cuál es el origen del turrón de yema tostada?
En verdad.., no está muy claro su nacimiento. Hay muchas leyendas a su alrededor. Hemos recogido una que dice que el turrón de yema tostada tiene origen catalán.
Concretamente, parece ser que la receta primigenia se basa, a su vez, en la de la crema catalana. Y la empezó a hacer un repostero de Barcelona en el siglo XIX con un objetivo muy práctico:
Aprovechar las yemas que sobraban de la elaboración de los turrones blandos y duros.
Parece que la reutilización y el reciclaje no es algo exclusivo de los tiempos actuales, ¿verdad?
Según cuenta la leyenda, el artesano hizo una tableta de mazapán, pero le quedó muy húmeda. Para solucionarlo, se le ocurrió quemarla con azúcar y dejar que se secara. De esta forma es como consiguió crear el turrón de yema tostada con ese sabor tan característico.
¿Qué parece la historia?
Repetimos que no sabemos si este relato es verdader al 100%. Pero al margen del origen de este producto, lo importante es que ha pasado de generación en generación encandilando a grandes y pequeños.
En Turrones Picó, por supuesto, tienes la oportunidad de disfrutarlo, y de muchas maneras.
Te lo puedes comer ya cortadito en cómodas porciones. Genial para ver una peli o una serie.
Pero si lo prefieres, lo puedes cortar tú mism@. Tenemos la tableta de la gama “Alta Selección”, muy muy gourmet. Y también la selección “Calidad Suprema”. ¿Con qué opción te quedas?